En este episodio, Diego Torres analiza la postura del gobierno mexicano ante las políticas migratorias y de seguridad del gobierno de Donald Trump, marcadas por una profunda contradicción. Mientras desde Washington se exige a México contener la violencia y el flujo migratorio, se ignora el papel clave que juega Estados Unidos en la promoción de ambos fenómenos.Las grandes compañías armamentistas estadounidenses continúan siendo el principal proveedor de armas para los cárteles, mientras el consumo masivo de estupefacientes al norte del Río Bravo genera fortunas que alimentan la maquinaria del crimen organizado. A pesar de ello, se responsabiliza a México por las consecuencias de un mercado que opera desde territorio estadounidense.Asimismo, Diego reflexiona sobre el caso de Mandami, político estadounidense de origen migrante, quien ahora es víctima de una campaña que busca incluso retirarle la ciudadanía por su oposición al régimen de Trump. Este hecho marca un precedente alarmante: bajo esta administración, ningún migrante está seguro, ni siquiera quienes ya son ciudadanos por nacimiento o naturalización.También se abordan las nuevas solicitudes de Morena para fortalecer los consulados mexicanos frente a la embestida represiva del gobierno estadounidense, y la exigencia de la presidenta Claudia Sheinbaum de frenar el flujo de armas desde EE. UU. hacia México.

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