Había una vez.... dos hermanos que se llamaban Caín y Abel.
A todos los niños y niñas, les comparto la historia bíblica de los hermanos Caín y Abel, hijos de Adán y Eva. Un día, Caín tuvo envidia de su hermano Abel pero Dios le dió la oportunidad de arrepentirse, advirtiéndole que tenga cuidado del pecado porque le podría dominar. Lamentablemente, Caín no escuchó a Dios y mató a su hermano. Si queremos disfrutar días felices, debemos cuidar lo que decimos, no engañar y apartarnos del mal. Los que verdaderamente aman a Dios también se aman unos a otros. Por eso cuando esté con mis hermanos y amigos, debo de cuidar lo que pienso, y si cuido lo que pienso, cuidaré lo que siento, y si cuido lo que siento, cuidaré mi comportamiento. Espero te guste. Dios te bendiga

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