Todos enfrentamos tentaciones, y es en esos momentos cuando reconocemos nuestra fragilidad. Jesús nos enseñó a orar: “No nos metas en tentación, mas líbranos del mal” (Lucas 11:4b). Esta petición no acusa a Dios de tentarnos, sino que expresa dependencia y humildad al pedirle ayuda para resistir y salir victoriosos.La tentación no viene de Dios, sino de nuestros propios deseos y del tentador que busca hacernos tropezar. Pero Dios, en su amor y sabiduría, nos promete que nunca seremos probados más allá de lo que podamos soportar, y siempre nos dará la salida.En este episodio reflexionamos sobre cómo acudir a Dios en medio de la lucha nos fortalece y nos permite vivir en libertad.Con este capitulo hemos concluido esta serie sobre la oracion que enseño Jesus, el comunmente conocido Padre Nuestro, a partir de mañana iniciamos una nueva serie semanal titulada "Encuentro cercano con Jesús"

Ver todos los episodios