Este argumento enseña la existencia de un Creador basándose en una causa suficiente. Todo efecto debe tener una causa adecuada. El mundo es un efecto , por lo tanto, el mundo debe haber tenido una causa fuera de sí mismo para su existencia. Esto se da siempre que se pueda demostrar que el mundo es un efecto y que no es autocausado o eterno , lo cual es bastante fácil de hacer basándose en la segunda ley de la termodinámica, que simplemente establece que todo es degradante, no mejorador.
El mundo es un efecto y no es autoexistente ni eterno . Es, en todas sus partes y composición, dependiente y mutable. Nos vemos obligados a suponer la existencia de un Ser eterno y necesario. El argumento es que si todo en el mundo es contingente, entonces este Ser eterno y necesario debe ser una Causa Primera necesaria .

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