CRISTO ESPIRITU DE NUESTRA TIERRA

16/08/2024 12 min
CRISTO ESPIRITU DE NUESTRA TIERRA

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Síntesis del Episodio

Libro Preguntas y Respuestas Tomo # 2

PREGUNTA Nro. 99

CRISTO, ESPÍRITU DE NUESTRA TIERRA.

¿Es Cristo (el individuo del Período Solar) el Espíritu de nuestra Tierra? ¿Puesto que la tierra era con dificultad una masa muerta hace 2000 años, dónde está el ocupante previo?

Si es sólo un Rayo del Cristo Cósmico, que, como torrente purificador está trabajando en y a través de la Tierra, ¿existe algún otro Espíritu cuyo cuerpo sea nuestra tierra?

Cuando el Espíritu de Cristo sea liberado, ¿Quién será el Espíritu interno de la Tierra? .

Respuesta: La ley de analogía es buena dondequiera. Es la llave maestra de todos los misterios, y usted hallará que lo que se aplica al hombre micro cósmico se aplica también al Dios macro cósmico, o sea el Poder Divino. Los animales están siendo guiados ahora por Espíritus desde afuera. En un período posterior se convertirán en Espíritus internos y aprenderán a guiar sus vehículos sin ayuda de ninguna clase.

Cosa parecida ha sucedido con la Tierra, tal como se ha afirmado en el Cosmos y en varias otras partes de nuestra literatura.

Hasta hace 2000 años Jehová la tuvo a su cargo y la guió desde afuera, del mismo modo que los animales son guiados por los Espíritus-Grupos. Así es que la Tierra era conservada en su órbita por medio de Su poder, y hasta ese tiempo fue el Dios Supremo.

Sin embargo, en el cambio que tuvo lugar en el Gólgota el Espíritu de Cristo entró en nuestra Tierra con el objeto de que Él pudiese ayudarnos a desarrollar facultades que Jehová no pudo darnos. Jehová nos dio leyes que nos mantuvieron en jaque, pero el Cristo nos dio amor. Una es la fuerza conservadora, aplicada desde afuera; la otra es una fuerza centrífuga o impelente aplicada desde adentro.

Así, pues, el Cristo está ahora guiando a la Tierra en su órbita desde adentro, y continuará haciéndolo hasta que hayamos aprendido a vibrar con ese atributo, amor, por medio del cual podremos aplicar la fuerza a nuestro planeta y así guiarlo en su órbita desde adentro.

Cristo es el más alto Iniciado del Período Solar y como tal tiene su morada en el Sol.

Es el sostenedor y conservador del sistema solar entero. En un sentido es correcto hablar de que lo que mora dentro de nuestro planeta es un Rayo del Cristo, aunque esto no exprese la idea exacta de lo que el caso es.

Tal vez podamos acercarnos a ello por medio de una ilustración.

Comparemos al gran Espíritu del Sol a un refinador de metales. Él tiene sobre su horno un cierto número de crisoles y a todos los está vigilando.

El calor está fundiendo a estos metales y arrojando la escoria a la superficie.

El refinador está gradualmente removiendo la escoria de los crisoles, hasta que al fin los metales se hermosean absolutamente y se aclaran, y él puede ver su faz reflejada en cada uno de ellos. Similarmente podemos ver al Cristo dirigir Su atención de un planeta a otro, y cuando dirige su atención a nuestra Tierra, por ejemplo, Su imagen se refleja en ella.

No es una imagen muerta, sin embargo. Es un ser viviente y omnisciente tan lleno de vida y sensación que nosotros mismos en nuestro presente estado de muerte, morando en estos cuerpos terrestres, no podemos tener idea de esa facultad de sensación poseída por el Espíritu interno de la Tierra.

Así es que, por un tiempo, Su energía es impartida a esta imagen como a un foco, y no obstante que El está realmente en el Sol, el Cristo Cósmico siente todo lo que pasa en la Tierra, como si de hecho estuviese aquí presente.

Domingo de Servicio Devocional
Exponente Jose Gregorio Rivera Hernandez
Julio 2024