Marco Aurelio fue adoptado.
¿No lo sabías?
El padre biológico, Marcus Annius Verus, era natural de Espejo, Córdoba (España). Es curioso porque Séneca también era cordobés.
El caso es que Marcus Annius Verus murió joven y no pudo ver crecer al joven Marco.
Pero aquel niño de raíces españolas nació con estrella y llamó la atención del emperador Adriano. Quien vio en él una inteligencia natural. Por ello, ordenó al emperador Antonino Pío que lo adoptara y lo formara como sucesor al trono.
Desde muy joven se le enseñó retórica griega y latina. Sus maestros fueron Herodes Ático y Marco Cornelio Frontón. Pero también Antonino Pío, su padre adoptivo.
Y esto es poderoso. Un emperador, enseñando a un niño su oficio.
Es como si Michael Jordan le enseñara a jugar al baloncesto.
Es como si Warren Buffet te enseñara a invertir en el mercado de valores.
Es como si Albert Einstein te enseñara física.
Es alucinante.
En sus meditaciones, Marco Aurelio comienza agradeciendo y enumerando todas las enseñanzas que recibió de las personas con las que se crió, desde su madre hasta su padre adoptivo.
Y en este artículo, he querido desglosar el texto que comienza con "De mi padre aprendí..." para enumerar todas las lecciones que aprendió de él y compartirlas contigo.
Recuerda que Marco Aurelio no escribió sus famosas meditaciones pensando en que alguien las leyera. Sino para releerlas él mismo.
Estas 33 lecciones son los apuntes que un día un joven llamado a ser el hombre más poderoso de su tiempo tomó del mejor de los maestros posibles: otro emperador.
Esto será legendario.
Empecemos.

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