Cultivar hortalizas y árboles frutales en casa ha sido una práctica ancestral. También ha sido un recurso en épocas de crisis económicas, como sucedió durante las guerras mundiales.

Actualmente, países latinoamericanos y africanos cuentan con huertas urbanas y periurbanas con la finalidad de obtener alimento para subsistir ante el desabasto y la carestía.

En nuestro medio, el porcentaje de alimentos contaminados con pesticidas y químicos tóxicos es altísimo. Compramos gran cantidad de productos importados que son tratados químicamente para mantener su aspecto y “frescura”. La horticultura doméstica es una especie de revolución pacífica en contra de estas malas prácticas de las empresas transnacionales.

Por otro lado, cultivar en casa asegura comer mejor, cosechar alimentos orgánicos, libres de tóxicos, hacer ejercicio, fomentar la convivencia familiar y ayudar a nuestra economía.
Escuchemos este jueves al Dr José Luis García Valdés este jueves 3 de agosto en Radio Zona Libre.

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