El pasado 29 de abril tuvo lugar el esperado lanzamiento de la misión BIOMASS desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa. Se trata de la séptima misión Earth Explorer de la Agencia Espacial Europea (ESA) y tiene como objetivo principal estimar con mayor precisión la cantidad de carbono almacenado en los ecosistemas forestales y monitorizar su evolución a lo largo del tiempo. Esta información resulta clave para mejorar los modelos climáticos globales y avanzar en la toma de decisiones sobre conservación y gestión sostenible de los bosques.

En esta entrevista, Miguel Ángel Molina, Business Development Manager de GMV, detalla el papel protagonista que ha tenido la compañía en esta misión pionera, desde su implicación inicial en las fases de definición y viabilidad hasta el desarrollo del sistema de control y el simulador operacional. Estos componentes son esenciales para garantizar el seguimiento continuo del satélite y entrenar al equipo operativo con total fiabilidad, tanto durante el lanzamiento como en las operaciones rutinarias.

A lo largo de la conversación, Molina comparte también su visión sobre los principales desafíos técnicos a los que se ha enfrentado GMV y pone en valor los avances que supone el radar de apertura sintética en banda P, una tecnología inédita hasta ahora en misiones espaciales, capaz de penetrar en el interior del bosque y ofrecer datos precisos sobre la biomasa y la altura de los árboles a escala global. Esta innovación representa un salto cualitativo respecto a misiones anteriores.

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