Vivimos en la era en la que la información abunda, pero, la sabiduría escasea. Tenemos acceso a un océano de conocimiento con muy pocos centímetros de profundidad, a miles de opiniones en las redes sociales, pero, cada día la gente se siente más perdida. Vivimos en una generación líquida, que fluye, cambia y no tiene forma; muy pocos saben qué creen y a quién le creen.

Como cristianos, estamos llamados a identificar este fenómeno y a enfrentarlo para vivir con la sabiduría que solo Dios puede darnos. Descubre en esta exposición, algunas habilidades para hacerlo.

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