Cada persona ha recibido un talento único de parte de Dios. Tal vez creas que no tienes uno, pero muchas veces solo hace falta descubrirlo y desarrollarlo. Lo verdaderamente importante es usar ese talento para glorificar a su Creador, el diseñador de cada don.Hoy, en este espacio de Encuentro, nos acompañan dos hermanos que encontraron su talento en la música. Nos contarán cómo, desde el corazón del campo, entre cafetales, brota su inspiración y su alegría para alabar a Dios con cada nota y cada verso. Disfruten de la conversación con Ezequiel e Isnardo, integrantes del Dúo Cafeteros de Cristo.

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