Llegar a tu límite no es una señal de debilidad; es una invitación a cambiar tu perspectiva. Cuando el enemigo trae la batalla a tu mente, recuerda que él solo ataca lo que tiene valor. Y la bondad de Dios es tu arma secreta para ganar la pelea.Si le has estado preguntando a Dios:¿Cuánto tiempo va a durar esto?¿Cuánto tiempo voy a estar enfermo?¿Cuánto tiempo voy a sufrir?¿Cuánto tiempo antes de que pueda soltar esto?¿Cuánto tiempo antes de encontrar a alguien?¿Cuánto tiempo hasta que esta lucha termine?¿Cuánto tiempo hasta que me sienta bien otra vez?Entonces, este mensaje es para ti.Referencias Bíblicas:Salmo 13:1-61 Samuel 17:34-35, 50Efesios 6:121 Crónicas 28:11-12

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