Me gustaría que fuese otra vez 1984 para volver a descubrir la magia del debut de The Smiths, el grupo diferencial del pop británico de los 80's. Emergían nuevos y brillantes talentos, como Roddy Frame al frente de Aztec Camera, o los Prefab Sprout de las hermanos Mc Aloon. Debutaban también los irlandeses Microdisney, y el gran Michael Head con sus impecables Pale Fountains. Había clase y elegancia a raudales, como la que destilaba Lloyd Cole con sus Commotions. Y al mismo tiempo, iba cristalizando una nueva escena de nuevas bandas que grababan para minúsculos sellos y que practicaban un pop desenfadado de suaves guitarras y bonitas melodías. Sí, hace 40 años ya existía el indie-pop con grupos como The June Brides, The Pastels, St. Christopher, los pioneros Orange Juice, o subterráneos tríos de reminiscencias post-punk como Persian Rugs. Pero si hay un punto de inflexión en aquella década, ese fue el single de debut de The Jesus And Mary Chain en noviembre del 84. Los hermanos Reid fusionaron el nuevo indie-pop con un chirriante ruido que recuperaba el espíritu rupturista del punk. Se abría la era noise-pop. La oscuridad de la escena gótica se iba alejando a la velocidad de la luz, igual que este pasado verano lo hizo Paul Gilmartin, batería de aquellos míticos The Danse Society. It´s so very lonely, you´re 2.000 light years from home!

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