Me parece increíble que no podamos pasar una semana, si quiera, sin una polémica atizando, innecesariamente, la opinión pública. Pasamos de crucificar a Franklin Chang-Díaz al suave y antes de tiempo a una ministra despedida no por su inexistente gestión al frente de Cultura, sino por firmar un decreto de interés público para el Pride.... Fue tan pálida la gestión de Nayuribe Guadamuz Rosales al frente de Cultura que la propia diputada oficialista Ada Acuña Castro solicitó su destitución más de una vez. Ninguna de sus carencias, a todas luces evidentes, implicó, sin embargo, su salida. 

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