Continuamos nuestro viaje semanal con 'Andor', ya casi llegados al ecuador de esta primera temporada, y en esta ocasión nos encontramos ante un capítulo de transición, de calma antes de la tormenta y donde vemos que el siguiente será probablemente el final de un arco que ha durado también tres capítulos, como el anterior de Ferrix. La serie prosigue con su tono adulto y lento, ahondando en las relaciones entre los personajes y en que cada uno de ellos, por muy secundario o terciario que sea, tiene una frase o un diálogo que los define. Nunca en un producto Star Wars se había buscado esta profundidad en casi todos sus personajes, y Tony Gilroy nos enseña las distintas facetas de una rebelión, cómo lo viven distintas clases de personas con diferentes puntos de vista y responsabilidades. Desde la alta política (Mon Mothma va a tener un desarrollo como solo habíamos podido ver antes en novelas), la guerrilla (esos partisanos de Aldhani, cada uno con sus motivaciones...), el espionaje, los civiles... Una maravilla.

Y por supuesto, nos está encantando el toque costumbrista que también nos está dando la serie. Jamás nos habríamos imaginado, fuera de las parodias, escenas como las de una madre criticando a su hijo en horas bajas (pobre Syril Karn) o un matrimonio agobiante con hija adolescente rebelde. Momentos divertidos y distintos a todo lo que creíamos que era un producto starwasero.

Nos aproximamos a la mitad de la serie y ya se atisba un gran momento de acción espectacular en el próximo episodio, pero si quieres saber qué opinamos de los cereales de Syril o de esos momentos de los guerrilleros de Aldhani con sus trifulcas, ¡dale al play ya mismo!.

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