Felipe Perrone es ya una leyenda del deporte español. A sus 39 años acaba de cerrar su carrera como jugador de waterpolo con un éxito rotundo, el oro en los Mundiales de Singapur.
Su palmarés es impresionante, repleto de títulos. Pero además deja un legado que va mucho más allá. Se lleva el cariño y el respeto de todos. Un líder auténtico, que primó siempre el valor del grupo por delante de los egos.   
Charlamos con Felipe Perrone, una leyenda de nuestro waterpolo. Con 39 años y tras 21 como profesional acaba de cerrar su larga y exitosa etapa como jugador en activo. Nacido en Río de Janeiro, pero español por sentimiento.
15-13. España, campeona del mundo de waterpolo
Su palmarés es inacabable, ha jugado 13 mundiales en los que obtuvo siete medallas, dos de ellas de oro, en los europeos cinco metales, uno de oro....lo único que le ha faltado ha sido una medalla olímpica. 
Su último episodio no ha podido acabar mejor. El epílogo fue ganar el oro con España en los Mundiales de Singapur, marcando además el último gol de los nuestros. El entrenador, David Martín y sus compañeros, se volcaron con él tras el triunfo. Fueron momentos muy emocionantes.
Felipe recuerda esa final y ese colofón y hace balance de su gran trayectoria. Cero ego, primando el grupo y el compañerismo, el valor de la amistad y los abrazos. Una frase suya lo define todo: "El liderazgo debe ser flexible. Lo mejor de todos estos años ha sido la relación con los compañeros".  

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