Con la premisa de la desaparición del hermano de Germán, Marsella construye un disco tremendamente enérgico a la vez que íntimo, un ejercicio de acercamiento a lo más personal que puede vivir un ser humano. A todos los que se fueron no gira en torno a la muerte, sino en torno a las personas que, en general, no están en la vida de uno y convierte semejante ejercicio en un análisis personal muy vibrante, sencillo y crudo. Es un placer conversar con el líder de la banda para explicar, desde el respeto y la sensibilidad las razones de un disco que reinventa la música en español.

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