Desde hace décadas, la arqueología ha ido aplicando sus metodologías y técnicas de campo en la investigación judicial y criminal, buscando examinar y reconstruir contextos y escenas de crímenes, particularmente en donde se encuentran restos humanos, recuperando evidencias de actividades ilícitas. Se trata de una arqueología que, desafortunadamente, ha cobrado mucha fuerza en países que han padecido dictaduras, conflicto interno armado y crimen organizado. Para conversar sobre este tema, invitamos a Angélica María Medrano Enríquez, licenciada en Arqueología por la Universidad Autónoma de Guadalajara, maestra en Antropología Física y doctora en Antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Sus investigaciones actuales giran en torno a la bioarqueología de los restos recuperados en el templo de Santo Domingo de la ciudad de Zacatecas, el estudio antropo-histórico del Museo-Cementerio de Jerez, Zacatecas, las exploraciones arqueológicas tanto de la Revolución mexicana como la Guerra de Reforma e Independencia, y además continúa con el estudio de la Guerra del Mixtón. Es copartícipe en los análisis bioarqueológicos de la Zona Arqueológica de Tula. Actualmente es Docente-investigadora de la Universidad Autónoma de Zacatecas.

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