La luz ha sido y es fuente de curiosidad y de bienestar para el ser humano. Ya los egipcios la elevaban a deidad (Ra) y es que la luz está presente en todas las culturas como fuente de vida, de calma, de “iluminación”. La oscuridad connota todo lo contrario, nadie quiere vivir en las tinieblas. Hoy nos colamos en el departamento de nanofotónica del CFM, allí donde se calcula cómo se puede llevar la luz hasta los mismísimos átomos.

Hablamos de cómo se calculan y se ven experimentalmente las picocavidades atómicas, las lentes más pequeñas del mundo. Este trabajo realizado en colaboración con la Universidad de Cambridge y científicos del grupo de teoría de nanofotónica del CFM y del DIPC fue publicado por la revista SCIENCE.

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