Don Alex Nunes da Oliveria , portugués de Évora, aunque alguna vez estuvo en Oporto, como lo que estaba dandole patrocinio, y en Turín, gironí de adopción y aceptación, cantante escritor, poeta, agente cultural, multilenguista, traductor entre dichas lenguas, profesor y por si fuera poco bailongo y sabio, se atreve contra nuestros dos amigos en tantos campos que tuvieron que entrometerse en el espacio sideral saliendo desde sus propios “ovnipuertos”. Eso si, concierto de arpas y paseo con vistas garantizado. Por hablar de patrocinadores, el café brasileño que patrocinó a Marcelo hay que esconderlo a varios metros de profundidad antes de hacer un programa, porque arremetió en terrenos que salvando la distancia espacio/tiempo, hubiera provocado inconvenientes en bandos que no supieran que su “chozno” fué ni mas ni menos El Conde de Montecristo: Guiseppe Bálsamo. Los japoneses si lo saben. Por eso son “Orientales”. Estando en Italia, por proseguir, Alex nos trae a Cessareo Pavone: el poeta de la muerte. Los Andes nunca estuvieron tan cerca del Capitán del Shackletón. El fútbol no solo fue la mítica final del Oporto-Peñarol de 1987 bajo nieve y balón “amarillaranja”. A Fede no le falló “la Consentina”. Y está comenzando a pensar en comprarse un coche de alta gama ya que en Uruguay, a partir de ahora, no solo será permitido a los jugadores de fútbol. (O) Luz desde El Faro

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