13 de diciembre de 2019 - En la antigüedad, cuando alguien tomaba una decisión importante, en el orden público, los más perspicaces preguntaban en latín: «Cui prodest?», es decir, «¿Quién sale beneficiado?». Y una serie grabada para la televisión se publicita en estos días de atareadas negociaciones en el ámbito de la política con una sentencia inquietante: «Gobernase quien gobernase, el poder estaba en otro sitio». Puede que la razón asista a quien concibió o escribió el guion. Y de ser así, habrá que afanarse para que, quienquiera que sea el que realmente manda y en dondequiera que se halle, no se haga superior a las leyes: humanas o divinas.

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