Elecciones catalanas: le indultamos, señor Sánchez

13/05/2024 3 min Temporada 1 Episodio 91
Elecciones catalanas: le indultamos, señor Sánchez

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Síntesis del Episodio

No ha sido un terremoto, pero sí un movimiento de tierras. Hasta ahora, el independentismo catalán tenía mayoría absoluta en el Parlament. Sus partidos estaban divididos, pero eran la mayoría. Desde ayer, las urnas le han quitado ese privilegio.

Todavía no sabemos cuáles serán los efectos de futuro en ese cambio, pero hoy es un hecho muy trascendente. Para este cronista, el hecho más trascendente de las elecciones de 2024.

En esos comicios se jugaban muchas partidas. Por supuesto, cada partido se jugaba lo suyo. Pero, en conjunto, se puso en juego la continuidad del gobierno autonómico, que está claro que, tras la derrota de Esquerra, tiene que cambiar.

Se la jugó el Partido Popular, que necesita superar a Vox y aumentar su presencia parlamentaria, porque era difícil aspirar a gobernar España con solo tres diputados en una comunidad trascendental. Ahora, con quince escaños que multiplican por cinco los anteriores, consigue los dos objetivos y Núñez Feijóo respira.


Se puso en juego la estrategia de Sánchez con sus indultos, su amnistía y su anulación de delitos y obtuvo una confirmación que puede celebrar, aunque los beneficios para España sean una incógnita.

Y se pusieron en juego los efectos sobre el Gobierno de España, cuya fortaleza dependía y sigue dependiendo del respaldo que le presten Esquerra y Junts, y eso no se verá hasta que se formalicen los pactos de gobernación.

Pero, incluso con esas incógnitas, el señor Sánchez y su partido ganaron ayer algo difícil de contabilizar, pero real: ganaron discurso, algo también importante de cara a las próximas elecciones europeas.

Ese discurso, a poco que se fuercen las palabras, es el mensaje de la concordia, del diálogo y del entendimiento. Sumado a los buenos datos económicos, hacen que el presidente no vuelva a pensar en su dimisión, salvo sobresalto de las mascarillas o de algún tráfico de influencias.

Feijóo también debe cambiar su discurso y convertir las persistentes palabras de cabreo en novedosas palabras de creación de ilusiones. Dicho todo eso, la formación de Gobierno no será fácil.

Para un tripartido de izquierda –la opción más asumible, incluso fuera de Cataluña—es imprescindible el sí de Esquerra, y el derrotado señor Aragonés anunció anoche que pasaba a la oposición.

Para hacer un gabinete netamente independentista, se requiere una mayoría que no existe, una coherencia que no aparece por ninguna parte y, otra vez más, la colaboración de Esquerra: que acepte la presidencia de Puigdemont, lo cual sería entregarle la primacía de la reclamación del referéndum y la resurrección del “procès”, que hoy el diario El País da literalmente por enterrado, en una expresión que me parece más voluntariosa que real.

Y lo que observan muchos analistas es que la sociedad catalana está cansada, hastiada, de una política que no dio ningún resultado político y el económico se empieza a traducir en pérdida de bienestar ciudadano.

Con lo cual, arrebatada la mayoría absoluta al independentismo, triunfante el estilo conciliador de Illa, y aceptado, aunque discutible, el retroceso del procès, me atrevo a titular esta crónica de urgencia con ese indulgente y compasivo titular: “Le indultamos, señor Sánchez”.