El día de hoy vamos a hablar sobre la Ansiedad. Algo muy común en estos tiempos.
¿QUÉ QUIERE DECIR ANSIEDAD?
La palabra en griego para ansiedad es μέριμνα (merimna), que también significa afán, preocupación, y tener cuidado de algo (es decir, esta al pendiente). Esta palabra tiene la idea de división, es decir fracturar el ser de una persona en partes. La palabra griega capta bien como la ansiedad nos afecta, porque nos jala en varias direcciones. Básicamente divide nuestros pensamientos y emociones.

LA ANSIEDAD TIENE MALOS EFECTOS EN MUCHOS ASPECTOS DE NUESTRAS VIDAS:

Divide la mente. 
Disminuye nuestra productividad. 
Afecta nuestras relaciones interpersonales. 
Nos lleva a tomar decisiones indebidas.
Nos quita el gozo y la paz de Dios.
Es una gran pérdida de tiempo y energía. 


CÓMO CONFRONTAMOS LA ANSIEDAD?
1. MENOS PREOCUPACIÓN Y MÁS ORACIÓN
2. MENOS DEMANDAS Y MÁS GRATITUD.
3. MENOS ANGUSTIA Y MÁS PAZ DE CRISTO
4. MENOS DUDAS Y MÁS CONFIANZA

Recodemos siempre esto: Dios está con nosotros y para nosotros.
Qué sucedería si realmente creyéramos esto?. La verdad es que queremos creerlo. Tratamos de creerlo. Nosotros mismos nos retamos a creerlo. Pero a menudo solemos asustarnos fácilmente por lo que dicen las personas y las circunstancias que nos rodean; nos asustamos tanto que llegamos a olvidar quién es Dios para nosotros. Cuando recordamos quién es Dios y lo que ha hecho, tendremos más probabilidades de caminar con esperanza cuando las cosas amenazan con abrumarnos.

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