Hoy quiero hablarte de algo que usamos todos los días pero a lo que pocas veces le damos el valor que merece: la palabra. Las cosas que decimos —a los demás y a nosotras mismas— tienen un peso, una energía, una dirección. En este episodio te comparto cómo he aprendido a cuidar lo que digo, a hacerme consciente del lenguaje que uso, y cómo eso ha transformado mi forma de relacionarme con el mundo.Porque nuestras palabras pueden ser hogar o cárcel, medicina o herida. Y cuando empezamos a hablar desde la verdad, desde el amor y la presencia, comenzamos también a cambiar lo que vivimos.✨ Si alguna vez te has sorprendido repitiendo frases que no te representan, este episodio es para ti.Aquí te invito a hablarte bonito, a nombrarte con amor, y a crear una realidad más coherente con lo que realmente eres.Gracias por estar aquí. Gracias por escuchar y por permitir que tu voz también se transforme.

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