He vivido muy peleada con mi cuerpo durante mucho tiempo, y aunque en el día a día podía sobrevivir, había dos momentos en los que el sentimiento de culpa, vergüenza y odio hacia mi misma se acentuaba en una proporción poco tolerable. Uno de esos momentos se daba al ir a las tiendas a comprar ropa.

Recuerdo que iba ya por necesidad imperiosa, y hacerlo era una tortura. Nada de lo que me gustaba me valía. O no había mi talla, o me quedaba bien de un lado y mal del otro… Escuché demasiadas veces que las mujeres con mi cuerpo no podían ponerse cualquier cosa y que, aunque tenía un cuerpo con bonitas proporciones, estaba demasiado gorda.

El resultado: la ropa era algo que había que comprar por pura necesidad, y no acababa de encontrarme cómoda con nada, ni identificada con ningún estilo, hasta el punto de generarme mucho malestar.

También luchaba con la emoción de malestar que esto me provocaba, porque la ropa es algo superfluo, y no debía de importarme. Mejor ser una mujer inteligente e independiente, ¿no? Pues también, pero verte bien y gustarte también es importante.

Y hoy, para hablar de ropa, de moda, de estilo, de verse bien y mal y de mucho más, me acompaña Julia, de Sommes de Modé. Una tienda de ropa maravillosa en la ciudad de Zaragoza.

Conocí a Julia y su tienda hace ya varios años, en pleno autodescubrimiento de quién era yo a través de la ropa. Y me quedé fascinada de su forma de contar y presentarnos la ropa, porque me pareció divertido, fresco y juguetón. Además de hacerlo para las mujeres que paseamos por la calle y no por las pasarelas.

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