1 Pedro 1: 15-17:
🌎 En lugar de amoldarse a los esquemas de pensamiento y conducta del mundo, los creyentes debemos llevar ante todo una vida en santidad, porque Dios quien nos llamó es santo.

🛐 El llamado a ser santos, “sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir”, implica volverse a una parte y a otra, al sentarse, al levantarse, andar y reposar en santidad, es decir, abarca todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.

📖 Efesios 5:8-10: “Porque en otro tiempo érais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor.”

🕊️ Que nuestro Padre celestial es también Juez, nos conforta y consuela puesto que lo conocemos, sin embargo, también debe infundirnos un temor reverencial, ya que el Padre cuya santidad debemos imitar como hijos, es el Juez a quien rendiremos cuenta de todo cuanto hayamos hecho, pensado y aún dicho.

⚖️ Pedro nos reitera que Dios no tiene hijos preferidos, sino que “sin acepción de personas juzga”, es imparcial, trata con los hombres en juicio conforme a la obra de cada uno.

🚶🏻‍♀️ Menciona el tiempo en la tierra como “vuestra peregrinación”, es decir, no pertenecemos a este mundo; el original, señala un estado legal donde el ciudadano reside de manera temporal en un país que no es el suyo.

🙌🏻 Trabajemos por librarnos de todo aquello que nos aparta de la meta de nuestra salvación, dejando atrás todo pecado que nos asedia y prosigamos hacia la meta.

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