📖 2 Co 3:18 dice el texto bíblico: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” Al leer este pasaje surgen varias interrogantes, ¿cuántas veces al día nos miramos en un espejo y qué vemos al hacerlo?

🙏🏻 Pablo inspirado por el Espíritu Santo, nos está invitando a nosotros todos, los creyentes, a mirar, pero no de forma casual sino detenidamente en la Palabra de Dios; para que a cara descubierta, es decir, sin vergüenza ni temor, en comunión real y viva con Dios, podamos ver como en un espejo la gloria del Señor.

🪞 En la antigüedad, los espejos eran de metal pulido, la imagen que proyectaba era borrosa, esto hace referencia, a que mientras estamos aquí vemos en parte la gloria del Señor, pero llegará el día en el que estemos frente a Él, cara a cara, para contemplar la hermosura de su santidad.

🛐 Al mirar detenidamente la gloria de Dios, somos transformados de gloria en gloria, es un proceso continuo, de constante crecimiento en el Señor, de dentro hacia fuera, para parecernos a la imagen de Cristo, para ser cada día más semejante a la estatura del varón perfecto.

🔥 Y esto sólo es posible, por la obra del Espíritu Santo a través de su Palabra, que nos guía, transforma y produce el crecimiento espiritual en nuestras vidas, a nosotros nos corresponde colocarnos en el lugar correcto, mirar al espejo de la Palabra para contemplar la gloria del Dios de amor, gracia, paz, justicia, entonces veremos crecimiento de transformación en amor, gracia, paz y justicia en nuestras vidas.

🙇🏻‍♀️ El Señor nos invita a mirar su gloria, rendidos en adoración, para transformar nuestro rostro conforme a su imagen, para mostrar a Cristo en nuestro diario andar.

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