Romanos 8:14-17
✍🏻 El apóstol Pablo utiliza la adopción para ilustrar la nueva relación del creyente con su Creador. Y es que en la sociedad grecorromana la familia está constituida por el padre, que tiene autoridad absoluta sobre su casa, los hijos naturales, los hijos adoptados (que tenían las mismas responsabilidades y derechos que los hijos naturales) y los esclavos, que servían al amo de la casa sin gozar de privilegios, sólo como una obligación.

👶🏻 La adopción, usualmente, se llevaba a cabo para perpetuar el apellido del padre de familia, y aquellos hijos que eran adoptados, perdían los derechos de la familia anterior y ganaban los derechos de un hijo legítimo, incluso recibían herencia de su nuevo padre como si fuesen hijos naturales, adquirían una nueva identidad.

🛐 Así ocurre con los creyentes, al llegar por la fe en Cristo a Dios, Él nos adopta como hijos, nos da su Espíritu Santo que nos guía, y al obedecerle día a día, el nuevo estilo de vida nos confirma en el espíritu que de verdad hemos confiado en Cristo.

🙌🏻 Ya no nos acercamos como esclavos, con temor o por servidumbre en una relación distante bajo amenazas del harás o no harás ¡No! Ahora como hijos en Cristo podemos disfrutar de esa relación padre e hijo con Dios, es una relación cercana en donde por el Espíritu podemos exclamar ¡Abba Padre! cuya traducción es papá.

❤️ Pablo alude a una relación paternal, Dios se muestra como el Padre amoroso que guía, protege, direcciona y aún corrige a sus hijos adoptivos en Cristo. Y que al participar de los sufrimientos en Cristo, nos prepara para recibir su herencia, para ser glorificados juntamente con Jesucristo.

🙇🏻‍♀️ Vivamos como es digno de nuestra nueva condición, somos hijos de Dios y nuestro testimonio, nuestro estilo de vida, debe reflejar la naturaleza de nuestro nuevo Padre, así como Él es Santo, nosotros debemos ser santos.

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