Romanos 7:14-21
✍🏻 El apóstol Pablo describe la relación del creyente con el pecado, el conflicto entre lo bueno que desea hacer para agradar a Dios y el pecado que mora en él.

🧠 El cuerpo y la mente del cristiano se convierten en un campo de batalla, donde el pecado, la vieja naturaleza intenta continuar en control, es por esta razón, que Pablo afirma que al quebrantar el mandamiento divino, en su caso menciona la codicia (Ro7:7-8), entonces la nueva naturaleza nacida del Espíritu aprueba que la ley es buena y es espiritual.

🛐 La experiencia del apóstol es la misma de todos los creyentes, que queriendo, anhelando por el Espíritu vivir una vida consagrada en santidad eventualmente peca.

📖 Como cristianos que hemos sido justificados, regenerados, redimidos no practicamos el pecado. 1 Juan 3:9 “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios"

🕊️ Gracias al Espíritu Santo que mora en nosotros, no vivimos en pecado y cuando pecamos, bien sea por una mala contesta, una reacción inapropiada en un momento dado por levantar la voz, por un mal pensamiento, por codiciar o envidiar algo de otra persona, por algún acto egoísta, o de celos, o cualquier otro pecado, sentimos un profundo dolor, un arrepentimiento genuino por ofender a un Dios tan bueno.

🙇🏻‍♀️ Pablo está describiendo el peregrinaje de todos los cristianos que estamos en el proceso de santificación y reconoce que con sus propias fuerzas es imposible lograrlo, algunos en ocasiones realizan promesas, se imponen metas para dejar cierto pecado y agradar a Dios, pero eventualmente descubrirán que es imposible hacerlo con nuestras propias fuerzas. El proceso de santificación requiere nuestra voluntad, y también la ayuda del Espíritu Santo quien pone nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad, para crecer en el conocimiento de Dios y agradarle en todo tiempo.

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