La Justicia de Dios y la vida cristiana. Ro 2:1-4. ¿Juzgas tú a otros?

26/02/2021 4 min

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Síntesis del Episodio

Romanos 2: 1-4
✍🏻 El apóstol Pablo viene exponiendo que todos como humanidad hemos pecado, nos hemos desviado de Dios, e inicia este capítulo exhortando a aquellos que son moralistas, que creen que son superiores por tener un estándar moral, donde juzgan para condenar aquellos que no encaja en el estatus, por lo que consideran que ellos merecen un trato especial de Dios.

🗣️ Una persona dijo una vez que el infierno no podría ser calentado lo suficiente como para castigar a Hitler. Esta persona está juzgando a Hitler, ocupando el lugar de Dios, y aunque probablemente no haya cometido los mismos crímenes, Pablo le dice, en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, porque tú haces lo mismo, y esta última frase quiere decir, que su pecado es tan malo a los ojos de Dios como los de los depravados y pervertidos.

🤷🏻‍♂️ Muchas personas creen que son agradables a Dios porque practican una serie de valores morales, pero la verdad es que todos somos culpables de pecado ante el justo juicio de Dios, quien juzga conforme a la verdad, tal vez nunca hemos empuñado un arma pero habremos hablado mal de otro, o nunca hemos asaltado o robado, pero tal vez sí criticado o mentido, y a los ojos del Señor todos son pecados, incluso la religiosidad que nos hace creer que por cumplir una serie de tareas eventualmente, ya estamos libres de condenación.

⚖️ El juicio de Dios está en contraste con el juicio humano, el Señor nos ve tal cual somos, y Daniel 5:27 dice que somos pesados en balanza, y hallado falto.

🕊️ El juicio de Dios es según la verdad, porque él es verdad, Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14:6), Su juicio es imparcial y su estándar son sus estatutos que encontramos en la Biblia; a diferencia de nuestro juicio que está plagado de prejuicios y es parcial.

🛐 Ahora bien, la bondad de Dios debe guiarnos hacia Él, a caer de rodillas, arrepentidos ante su presencia, no hay nada que podamos hacer para merecer su perdón, aún así, la obra redentora de Cristo es completa, perfecta y suficiente, declinemos muestras motivaciones moralistas llenas de orgullo, rindamos nuestro corazón a Dios, confiemos en su obra de salvación y en agradecimiento vivamos una vida en santidad para su gloria y su honra.