La Justicia de Dios y la vida cristiana. Ro 11:11-24 El olivo de Dios

26/04/2021 4 min

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Síntesis del Episodio

Romanos 11:11-24
✍🏻 Los judíos habían rechazado a Cristo, llevando a la muerte al Mesías, haciendo posible la salvación que hoy nos alcanza como gentiles, pero el apóstol Pablo refiere que el tropezar de los judíos no era para que cayesen, no es un juicio definitivo, pues su desobediencia trajo como consecuencia la extensión de salvación a los gentiles, quienes siendo instrumentos de Dios provocan a celos, es decir, despiertan el anhelo por recibir la salvación en Cristo de algunos judíos, de aquellos que pertenecen al remanente fiel, lo que resultará en una mayor bendición para el mundo.

🍃 El apóstol Pablo compara al pueblo de Dios con un olivo: las ramas naturales que permanecen, son los judíos que han creído en el Señor, las ramas naturales que fueron cortadas o desgajadas, representan a los judíos que rechazan el mensaje de salvación en Cristo, y las ramas silvestres injertadas somos todos los creyentes gentiles que por la fe hemos sido justificados.

⚠️ Pablo nos advierte que no tenemos nada de qué gloriarnos, pues la arrogancia, el orgullo, menosprecio hacia los que no creen, es un síntoma peligroso de la incredulidad. A menudo quien mira por encima del hombro a otro, está engrandecido en sí mismo, y allí no mora el Espíritu de Dios, no es Cristo el Señor de ese corazón.

🙌🏻 Es importante recordar que recibimos el regalo de la salvación por gracia mediante la fe, y una fe genuina, una confianza plena en el Salvador como Señor se caracteriza por la humildad, saber que no hicimos méritos para ser salvos, y aún así, a pesar de nuestro pecado, nos extendió su misericordia y su gracia.

🙇🏻‍♀️ Como ramas silvestres del olivo de Dios, examinémonos a nosotros mismos, desechemos todo orgullo, arrogancia, oremos por la conversión del pueblo de Israel a Cristo, y dispongamos nuestro corazón para crecer en el conocimiento de Dios, en obediencia y santidad, para ser un reflejo de Su gloria ante un mundo perdido en la oscuridad del pecado, seamos la sal de la tierra y la luz del mundo.