📖 Pr 4:23 dice el texto bíblico “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. En otras palabras, de todo lo que está bajo vigilancia, bajo resguardo, cuida tu mente, tus pensamientos, porque allí es donde se da fruto, se evidencia la vida, porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.

♥️ Pero para guardar nuestro corazón, para proteger lo que llega a nuestra mente, es importante cuidar lo que vemos y oímos, que permitamos la obra del Espíritu, que renueve nuestras estructuras de pensamiento a través de las Escrituras, meditado en ellas de día y de noche, para no conformarnos, para no amoldarnos a los esquemas de pensamiento y filosofía, a las modas de este mundo.

🔥 Esto no sólo implica el hábito de cuidar el pensamiento, sino también de obedecer a Dios, a su voluntad revelada en su Palabra, a sus mandatos y ordenanzas, porque sólo en Él hay vida. Los discípulos le dijeron a Jesús “¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6:68)

🛐 La vida de Dios que hemos recibido cuando nos arrepentimos, cuando nacimos de nuevo, se hace evidente en nuestro testimonio en la medida que crecemos en el conocimiento de su Palabra, que guardemos sus estatutos y preceptos, que meditemos en ella y seamos favorables a la obra transformadora del Espíritu.

🙇🏻‍♀️ Para mostrar a Cristo en nuestro diario andar, para guardar nuestro corazón, es necesario que alimentemos nuestra mente con la Palabra de Dios, guiados por el Espíritu Santo, quien nos transforma y produce fruto a través de ella.

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