⏳ En medio de las agendas ocupadas, llenas de exceso de actividades, del acontecer tanto nacional como internacional y los emocionalismos que de ello se desemboca, ¿cuánto tiempo realmente dedicamos a escuchar la voz de Dios?

🙏🏻 ¡Es seguro que Dios quiere hablarnos hoy! para ello nos dejó su Palabra, pero no se trata de leerla por encimita como para cumplir con un requisito religioso, es escudriñarla, meditar en ella de día y de noche, estudiándola, pidiendo en oración a Dios que nos guíe y transforme a través de ella.

🌱 En la parábola del sembrador, encontramos que el 75% de las personas no escuchan la voz de Dios; bien sea por corazones duros e incrédulos (que representan la semilla junto al camino); por llevar vidas superfluas (que son la semilla que cayó en pedregales); o por mentes llenas de ansiedad que ahogan la semilla (que es aquella que cayó entre espinos).

📖 Sólo el 25% cayó en buena tierra y dio fruto, “cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno” (Mt 13:8), porque fueron los que escucharon la voz de Dios.

🔥 ¿Cuándo fue la última vez que nos dispusimos a escuchar a Dios y atender a su llamado? Jesús dijo “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” Jn 10:27

🐑 Las ovejas se caracterizan por ser indefensas, un poco torpes y con tendencia a descarriarse, pero conocen la voz de su pastor, la reconocen de entre las demás voces y atienden a su llamado, pues son dependientes.

🙇🏻‍♀️ Como ovejas del redil del Señor, hemos sido rescatados para mostrar a Cristo en nuestras vidas, en nuestro diario andar, pero esto requiere escuchar Su voz, atender a su llamado, escudriñar las Escrituras, orar sin cesar, perseverar en el Señor hasta el final.

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