La oración de Jesús transforma ámbitos y establece acuerdos trascendiendo todo límite físico,de religión, de relación e idioma. Está poderosa oración nos establece en lugares celestiales.
2 Corintios 3:18: ”Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”  

En la actualidad, la pandemia parece habernos alejado aún de la consideración de otros semejantes y quizás hasta nos creemos exclusivos, ya sea en nuestros lugares de trabajo, con nuestras amistades e inclusive algunas veces hasta en la iglesia. Sin embargo nuestro Dios le da gran importancia a la inclusividad y constantemente nos habla de ella. Él nos dice en 2 Corintios 3:18 “POR LO TANTO, TODOS NOSOTROS”. Dios no tiene predilección el nos incluye a todos por lo tanto sabemos que él nos tiene en cuenta y él conoce nuestro nombre y aún lo más profundo de nuestro corazón es escudriñado por su presencia el no desecha oración ni arrepentimiento aún que él sabe los errores que cometemos. Él nos recibe en su presencia. Aparte de conocer nuestro nombre, Dios nos da un propósito y llamado en este mundo. Jesús vino a la tierra para establecer una cultura de reino, y así mostrarnos que cada uno de nosotros es importante y tiene  un rol y propósito específico, en su voluntad. No importa los pecados que hemos cometido, de donde venimos o cuánto tenemos o valemos, no importan nuestras inseguridades. Tenemos una voz, y nuestra voz es importante para Dios. 

Todos,todos nosotros estamos sujetos a alguien en común: ¡Jesús! Nuestra oración a través de su nombre es victoriosa y te hará sentir el detalle e intencionalidad que Dios le ha dado a tu existencia. Dado que Dios es un Dios de detalles y su voluntad es buena, perfecta  y agradable para tu vida.


Nuestra oración a Dios, 🙏hoy:

“dice la palabra vosotros orareis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” 

Padre, Celestial Oramos está oración, que la tierra sea el reflejo de tu reino así como en el cielo, y que en ese reflejo veamos claramente a Jesús, pedimos ser transformados a tu imagen, de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. En el nombre de Jesús.Amen

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