PROCESOS PARA BIEN

20/12/2021 8 min

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Síntesis del Episodio

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
S. Juan 16:33 RVR1960

Procesos para bien.

En medio de cada  uno de los momentos difíciles habrán preguntas que siempre estarán presentes en nuestra mente: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Acaso Dios no ve que estoy sufriendo mucho?

Estas preguntas van acabando con nuestra fe y confianza en Dios a medida  que permitimos que ocupen un lugar en nuestra mente y corazón.
El  propósito de este devocional es traerte consuelo y esperanza en medio de tu dificultad. Ya sea que estés atravesando un momento difícil en tu vida, en este momento; o acabes de salir de él, puedes encontrar esperanza en Dios.

En Jesús, nuestro sufrimiento tiene un propósito, porque es parte del plan de Dios.

En la muerte de Jesús, el enemigo creyó tener una victoria temporal; pero nosotros tenemos una victoria eterna.

Podemos tener la confianza de que Dios está con nosotros, aún en medio de los momentos difíciles, y que tiene un diseño y un plan para sacarnos de allí en victoria.

Jesús puede cambiar nuestras circunstancias para nuestro bien.

Tenemos un PROPÓSITO y Dios trabaja cada día en nosotros para hacernos llegar a él. Cada proceso o circunstancia que pasa en nuestra vida tiene un propósito dentro de la voluntad de Dios.
Dios corta algo en nuestra vida, no para herirnos, sino para nuestro bien. No obstante, el cortar implica dolor. De hecho, una de las definiciones de cortar es: “Dividir o separar la superficie de algo con un instrumento o cosa afilada.”
Dios-tiene-un-proposito

Cuando Dios nos lleva por un proceso en el que corta algo, la sensación que experimentamos durante ese tiempo, no suele ser de gozo. Simplemente no sería normal sentir placer, a no ser que seamos masoquistas y nos guste experimentar dolor.

Cuando un árbol es podado. las ramas cuando el podador las corta, sueltan su sabía y lloran su perdida.  Momentáneamente,  pudiera parecer una clase de castigo, pero el jardinero siempre sabe lo que le conviene más al árbol. Dios sabe lo que más te conviene.