El brillo de nuestra lámpara  viene de la luz de Cristo en nosotros. Por eso nuestra misión y quizás la más importante que tenemos es brillar. Nuestro brillo reflejará la vida en Cristo qué tenemos los hijos de Dios. A mayor medida que portamos La gloria de Dios será más más brillante  nuestra vida. Pero no debemos olvidar qué este brillo no es nuestro es de la vida del señor en nosotros no es por nuestra grandeza ni por nuestros títulos ni por el conocimiento de la palabra que podamos llegar a tener . Por el contrario este brillo es el efecto de la mansedumbre y de la humildad qué la palabra la verdad y la vida transforma nuestro corazón por medio de la obediencia al Padre, del menguar de nuestro yo, del quebrantamiento de nuestra voluntad. Una persona que busca continuamente el rostro de Dios y tiene intimidad con Él su mayor deseo es agradarle, es una persona en la que la luz del Señor resplandece.

“¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! Estas palabras las pronunció el profeta Jeremías para referirse a la situación tan desastrosa en la que cayó el pueblo de Dios a causa de su continua desobediencia.
¿Cómo está tú brillo lo estás lustrando o lo estás perdiendo?
Perder el brillo, ¡qué tristeza!¿De qué manera el brillo de los hijos de Dios se opaca? Podrá suceder esto? Verdaderamente si por ello viene clamor del profeta  Jeremías por su pueblo. Esto fue lo que le sucedió a Judá, hasta tal punto que el oro fue ennegrecido. No el metal precioso sino la vida preciosa del pueblo de Dios, de los hijos de Dios.

Como consecuencia del pecado, que como una bola pequeña de nieve se fue deslizando hasta llegar a ser un devastador alud que los llevó a la ruina. Un funesto desenlace previamente anunciado por los profetas del Señor a los cuales el pueblo despreció y no escuchó.
Hay un refrán muy conocido Qué dice qué caras , vemos más corazones no conocemos y es cierto también,que no todo lo que brilla es oro, pero el oro que no brillaha ha perdido su valor En otras palabras perdió la gloria. El engaño del Enemigo es muy sutil. Sus artimañas le funcionan cuando poco a poco va ganando terreno, empañando sagazmente el brillo que distingue la vida de un hijo  y apaga su antorcha y mancha su testimonio . Quizás por Conversaciones, amistades, lugares, costumbres, cosas al parecer insignificantes que se van haciendo parte de nuestra vida, sin que nos demos cuenta de cómo el brillo se va opacando en nosotros.
Reflexiona conmigo en esta mañana  con temor y temblor para cuidar la salvación , la relación con el Padre Qué es la que da brillo a tu vida, incomparablemente nada puede acercarse a la luz y el brillo de la presencia de Cristo en tu vida ¡(cuídalo!


Nuestra oración a Dios, 🙏 hoy:
Padre Celestial ,Señor ayúdame a brillar para bendición del mundo y para gloria de tu nombre. Es esa la misión que tenemos.  todos  Padre si brilláramos como es tu voluntad, cuánta luz alumbraría a este mundo, cuánto brillo tendríamos como  Tú iglesia . El brillo que ganaste con tú sangre.En el nombre de Jesús.amén

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