“No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres»”.1Corintios capítulo 15, verso 33, 

Conectados en Jesús.

 Nacimos para vivir en conexión con otras personas, es decir, somos seres sociales interdependientes.
Como hijos de Dios  tenemos un propósito definido para cada uno, pero es algo que debemos alcanzar con la colaboración de otras personas. Por eso es tan importante estar conectado con las personas correctas.
Dios ha dispuesto a otros hijos suyos para que estén a tu nuestro lado, para que nos  hablen con fe. Él ha colocado personas en tu camino que nos  van a desafiar, otros que nos van a apoyar en la visión, otros nos inspirarán, incluso otros se opondrán, todo para que podamos alcanzar el máximo potencial y que finalmente podamos  cumplir la meta.

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