Muchas veces, me siento abatida, sin ganas de hacer o moverme y entonces aplicó la receta del Espíritu Santo.vuelvo a la Cruz y a sus intercambios divinos.recuerdo que Jesús, aseguro Su Espíritu. Como dice en la palabra de hoy. Así lo hizo en la Cruz.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46).
Los niños Judíos orán está cita antes de irse a dormir.
Esta no es solo una frase que Jesús dijo porque estabs muriendo. Él estaba orando una palabra del Padre perteneciente al Salmos 31, enseñándome a orarla a diario también.
Resguarda tu espíritu. No sé expresar el alivio que me da saber que mi Padre está sosteniendo la fragilidad de mi espíritu en sus manos poderosas con las que me ha formado. Entonces comienzo  a respirar suavemente confiando que el me sostiene. Entonces Puedo dar un paso adelante y seguir moviéndome.
Ahora déjame darte la receta del Espíritu Santo, vuelve a la cruz, cuando Satanás te traiga a memoria las heridas de tu pasado, y pídele al Espíritu Santo diciendo: venda mi herida. Te doy  mi vida para que la sostengas. Él, la promesa cumplida te mantiene sano y salvo en las manos de tu Padre y El puede sanar tu corazón herido. 
Amar a Dios es servirle, busca a alguien a quien servir, y darle de lo que el Padre te da. Jesús:
“Dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dijo al discípulo: —Ahí tienes a tu madre” (Juan 19:26-27).
En medio de su dolor, Jesús vio a Su madre parada cerca de la cruz. El escogió cuidarla en vez de enfocarse en Él. ¿No crees que el Espíritu Santo nos esta dando una enseñanza poderosa. Hoy? Cuando estas sufriendo, no te enfoques en tu dolor, mira las necesidades de otros. ¿A quién puedes ayudar? ¿A quién puedes servir?
Vuelve a la Cruz, mira a 
Jesús, tienes un modelo a seguir a veces la única forma de sobrevivir o darle sentido a tu propio dolor es ayudando a alguien más.

Cuando Jesús dijo;

“Tengo sed” (Juan 19:28).

Nos habilitó a nosotros
 a  pedir ayuda y admitir la debilidad física.

Dios  nos creó  necesitados de Él, nuestros cuerpos son fragiles  para necesitar de su ayuda. Sentimientos como la sed, el hambre y la fatiga  evidencian los límites de nuestra humanidad y nos advierte  la necesidad qué tenemos de Dios todos los días. También nos delimita que debemos tener un horario para orar y para descansar es decir darnos un espacio  un momento designado para orar y para descansar.  Cuidando la intimidad con Dios y también cuidandonos a nosotros mismos.

¿Qué haces para cuidar tu cuerpo y tu salud mental? 
 

“Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu” (Juan 19:30).

Cuando Jesús dijo,  " consumado es”, no fue un grito de derrota. ¡Sino, un grito de Victoria! En griego, esas palabras componían una sola palabra “tetelestai”, que significada “pago completo”

 Esto.cambia nuestro enfoque. Cuando Jesús por voluntad propia se sacrificó por nosotros no solo era un castigo sustituto –su vida por nuestro pecado. Era un intercambio completo –todo Él por todos nosotros. Él hizo más que pagar un pecado y llevárselo. Jesús nos dio Su derecho, para con Dios. Se llevó todo lo malo y lo intercambio por todo lo que estaba bien en Él.

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