¿Cuántas mentiras usamos para poder seducir o convencer?
¿Cuántas mentiras usamos para evitarnos una confrontación?
¿Cuántas excusas usamos para evadir algo que no nos gusta?

Todo el que ha mentido, corre el riesgo de ser descubierto y que se le active el pánico, e incluso a un inocente sentirse descubierto también puede entrar en pánico.
Cuando se vende algún producto o servicio, puedes mentir o simplemente hablar de las bondades del producto o servicio tal cual como son.
Lo cierto es que una impresión inicial puede ayudar a que generen posteriores relaciones o no.
En la atención individual a través de Coaching o Psicoterapia, es posible percibir las incongruencias y las microexpresiones que manifiesta un cliente, cuando sus reacciones corporales delatan su verdadero sentir o pensar.

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