Las personas cuando llegan a cierta edad de sus vidas, siendo jóvenes, que ya fueron a la escuela y cuando compromisos eran hacer amigos y tener que divertirse como buenos compañeros de barrio, que lograron hacer empatía y calar en nuestras vidas.
No se si comenzaron a la edad de 20, periodo en el cual se proponen metas como acumular conocimiento, tener nuevas prácticas quizá no tan nuevas pero sí que lograron irrumpir en nuestro centro neurálgico de la vida, que desde niños pudo haberse activado, cuando la ansiedad aun no era parte de la vida cotidiana.
Una vez las personas van creciendo comienzan  a surgir muchas ideas, que a lo mejor siempre habian estado ahi, sobre todo sin la seguridad de cómo estas podrían hacer cambiar la vida de las personas,  si cuando pequeño soñabas que podías ser importante para tus padres demostrarles todo el potencial que hay en ti, en cualquier actividad por muy superficial que esta pareciera; eso sueños vuelven a recrearse y comienzan a producir una idea de lo que a cada uno les parece vital desarrollar en un futuro que está cada vez más próximo,  pudiera ser un proyecto que se convierta en algo atractivo para los demás; en ese momento no estás soñando en hacer de ese proyecto el negocio de tu vida sino que simplemente estoy soñando.
No quiero conocer tus sueños, quiero que los compartas conmigo; deja que tus sueños sean libres. 

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