Hoy, en De madrugada te buscaré, seremos confrontados con una verdad poderosa: la gracia de Dios no solo nos salva, ¡nos transforma! Esta gracia, tan gloriosa como gratuita, nos enseña a decirle no a todo lo que roba nuestra paz y nos impulsa a vivir de manera sobria, justa y piadosa en un mundo que va en la dirección contraria. Descubre cómo la manifestación de Su gracia es el impulso divino que necesitas para caminar con firmeza y propósito. Lo mejor de la vida comienza cuando abrazamos la gracia que nos libera del pasado y nos capacita para vivir en plenitud. Atrévete a vivir “una vida abundante” y comparte este mensaje de esperanza con alguien que lo necesita.

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