En la quietud de la madrugada descubrimos que Dios abre delante de nosotros un cielo de posibilidades infinitas. Así como Salomón pidió sabiduría y recibió mucho más de lo que imaginaba, también hoy tú puedes acercarte al Padre y pedir con fe lo que necesitas. Este episodio nos recuerda que Lo mejor de la vida no está en nuestras fuerzas, sino en la gracia de Dios que nos capacita para vivir con entendimiento y propósito. No te pierdas este mensaje que puede transformar tu manera de orar y abrirte camino hacia Una vida abundante en Cristo.

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