Jesús es nuestro abogado y juezLa Biblia habla de Jesús como nuestro juez y abogado. Juan 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,1 Juan 2:1 [1] Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo el justo.Aquí hay una ilustración que explica esto mismo.Estás en una sala de audiencias. Usted sabe que si está sin ayuda, está condenado de por vida sin ninguna posibilidad de libertad condicional. Y sabes que tú eres el que cometió los crímenes, e incluso le dijiste al Abogado de tu culpa. Miras a tu abogado y te dice: “Confía en mí”. Todo va a estar bien. Ves que Él tiene mucha confianza y que te dice que no tengas miedo de que te quedes sin cargos en tu cuenta.Cuando te das la vuelta por un segundo, tu abogado no está a la vista. Estas asustado. Entonces se le dice que el abogado que estaba tan seguro de que usted se iría sin cargos está en prisión y sentenciado a muerte por un crimen que no cometió.Miras frente a ti y ves la espalda del juez mientras se sienta en su silla. Esperas ver a un Juez malo que no tiene piedad. Y has oído que a esos otros antes que a ti no se les dio oportunidad porque les faltaba lo que no podían suplir, que sólo daría el que nunca ha cometido un delito.Antes de que la silla dar vuelta, una persona te susurra al oído: “El abogado ha muerto”. Y los temores entran en tu corazón. En un momento la silla se da la vuelta.Miras las manos y los pies del juez, porque este juez no usa zapatos. Y sus manos no tienen guantes. Y ves las marcas de ser traspasado como este hombre había sido herido recientemente, tal vez hasta el punto de la muerte.Por alguna razón, una calma entra en tu alma incluso antes de que mires la cara del juez. Y cuando miras su rostro, te quedas asombrado porque el juez es en realidad el abogado que murió por tus crímenes y conquistó el sistema que estaba en tu contra.El acusador viene con una carpeta con más de un millón de delitos que cometiste y se la entrega al juez. La carpeta inmediatamente se mancha con Su sangre, y los papeles adentro se vuelven tan blancos como la nieve sin marcas en ellos que lo acusen.Y el Juez dice: “¿Qué delitos hay contra este muchacho? Todo es blanco; todo está pagado. Estas libre." Al escuchar estas palabras, caes de rodillas en adoración hacia el Juez.

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