Escuchar "Febrero 17 - Miércoles de Ceniza"
Síntesis del Episodio
Te compadeces de todos, Señor, y no odias nada de lo que has hecho; cierras los ojos a los pecados de los hombres, para que se arrepientan. Y los perdonas, porque Tú eres nuestro Dios y Señor» (Sap 11,24-25,27).
Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿Qué quieres, Señor, de mí?
Contra ti, contra ti solo pequé. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza».
La cruz de ceniza, que hoy nos impone la Iglesia, es la señal de que estamos dispuestos a emprender una vida de penitencia:
Convertíos y creed al Evangelio» (Mc 1,15).
Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás» (Gén 3,19).
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad vuestros corazones, no las vestiduras: convertíos al Señor Dios vuestro».
Oh, Dios, creador de todas las cosas, Señor y Redentor, derrama sobre mí en primer lugar, el don de saber pedirte; después el don de hacerme digno de ser escuchado por mi vida y por mis obras, y, finalmente, el regalo de ser libre, dejando de lado mis mediocridades y pecados, por Jesucristo, nuestro Señor
Padre nuestro que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia de nosotros. Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras, transforma nuestro egoísmo en generosidad. Abre nuestros corazones a tu Palabra, sana nuestras heridas del pecado, ayúdanos a hacer el bien en este mundo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿Qué quieres, Señor, de mí?
Contra ti, contra ti solo pequé. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso. Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza».
La cruz de ceniza, que hoy nos impone la Iglesia, es la señal de que estamos dispuestos a emprender una vida de penitencia:
Convertíos y creed al Evangelio» (Mc 1,15).
Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás» (Gén 3,19).
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad vuestros corazones, no las vestiduras: convertíos al Señor Dios vuestro».
Oh, Dios, creador de todas las cosas, Señor y Redentor, derrama sobre mí en primer lugar, el don de saber pedirte; después el don de hacerme digno de ser escuchado por mi vida y por mis obras, y, finalmente, el regalo de ser libre, dejando de lado mis mediocridades y pecados, por Jesucristo, nuestro Señor
Padre nuestro que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia de nosotros. Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras, transforma nuestro egoísmo en generosidad. Abre nuestros corazones a tu Palabra, sana nuestras heridas del pecado, ayúdanos a hacer el bien en este mundo. Amén.
Más episodios del podcast Cuaresma 2021
Marzo 28 - Domingo de Ramos
28/03/2021
ZARZA Somos ZARZA, la firma de prestigio que esta detras de los grandes proyectos en tecnología de la información.