Los meses pasan indolentes
El tiempo me marca indeleblemente
El corazón marcha disparmente
Mientras espero a que regreses
Porque el día en que te fuiste
A buscar lo que nunca trajiste
Quedó marcado en el calendario
Como si fuere deudor hacendario
Y la indiferencia del tiempo
Que va raudo como flecha en el viento
No hace otra cosa que aproximarme
A la muerte sin que regreses a amarme
Y en mi memoria prevalente
Donde existes perennemente
Estás haciendo lo que los amantes
Hacen y han hecho siempre
Como discutir acaloradamente
Y terminar con la ropa tirada
Juntos en la cama en una riada
De amor que pulsaba tan cercanamente
Y nos acariciábamos riendo
De las tonterías que hacíamos
Que se llevaban a sotavento
Los lujuriosos embates de amarnos
Cuando al punto de un clímax vaporoso
Le gritabas al amor de cama con gozo
Respondiendo al toque de mis dedos o labios
O al entrar y salir de tu húmedo erario
Llena de puntos y comas en la piel
Exaltada por el placer desbordado sin hiel
Guturalmente manifestándote
Con los gemidos en tu boca proliferantes
Mientras te hablaba quedito al oído
Probablemente una fantasía de esas
Que bien se que te excitan al grado
Que si las hablásemos en público sería un pecado
Y de como te encendías casi en llamas vivas
Y el roce con tu piel me calentaba
Después de platicar y compartir las mañanas
Porque estábamos conectados desde las entrañas
Tanto así que ni todo este tiempo
Ha logrado borrar cada momento
Solo se disminuye el sentimiento
Que me causa revivirte cuando me acuerdo
Solo queda esperar una de dos cosas
Que las cicatrices sanen airosas
Y que dentro de poco mis recuerdos
Se vayan haciendo viejos, lerdos
O que antes de que esto suceda
Vuelvas con las manos llenas
Dispuesta a volver a una vida nueva
Pero solo si no hay en el lugar otrora vacío
Una nueva ilusión para amar…

©Carlos di Paulo Zozaya

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