En este episodio conversamos con Plomo, mago y comunicador, cuya historia con la magia comienza a los 90, cuando su tío le mostró los primeros trucos. Si bien fue recién a los 19 años que se enganchó verdaderamente con este arte, hoy entiende que la magia es solo una herramienta para algo más grande: entretener, emocionar y conectar con el público. Plomo comparte su mirada crítica sobre el humor, el entretenimiento y la importancia de la autenticidad en escena. Además, nos habla de su unipersonal, donde cada rutina ha sido creada desde cero, y reflexiona sobre el rol del mago frente al truco: un buen truco en manos de un mal mago no vale nada. También nos cuenta cómo su paso por la radio empezó como un favor familiar y terminó convirtiéndose en una escuela, cómo el cine le parece una de las formas más puras de magia, y por qué no cree en ideologías, sino en intereses. Hablamos sobre el juicio rápido en redes, el consumo de contenido que no nos gusta solo para criticarlo, y la necesidad de respetar que haya espacio para todos los públicos. 

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