Para mantener un matrimonio sano y cerrar las puertas de la infidelidad es necesario obrar con sabiduría, tacto e inteligencia. Recuerda el enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar y si obramos por emociones, necedades y boberias (como dice mi Pastor) créanme que se saldrá con la suya, destruyendo, robando y matando todo lo que encuentre a su paso.

Les cuento mi experiencia: yo no tenía certeza si mi esposo tenía los ojos en otro lado pero decidí actuar como si los tuviera.

Por alguna razón me casé con mi esposo, fuera ingrato o no, ahí estaba yo de esposa y debía hacer algo diferente con lo que Dios puso en mis manos, mi matrimonio.
Mientras se bañaba, escribí noticas adhesivas de amor (yo las hacia de novios y nunca había vuelto a escribirlas), se las puse encima de la billetera, dentro de la agenda y en el teclado de tu laptop, quería que encontrara algunas durante todo el dia ejejjeje. Al otro día le envíe un email de amor, recórdandole que buen hombre es ( nuestras palabras lo destruyen o construyen) y del porqué me enamore de él. Le enviaba algunos mensajes de amor a su celular, que lo extrañaba, que esperaba verlo pronto. Debía decirle a mi esposo lo que el quería y necesitaba escuchar no fuera que alguien afuera se lo dijera y pusiera sus ojos allí...
El amor es una decisión, tu decides amar a tu esposo a pesar de, cuanto tu decides amar, Dios te respalda y la otra persona empieza a ser cambiada por el obrar de Dios en su corazón.
Te bendecimos y oramos para que éste capítulo hable a tu corazón y para que Dios obre en ti para después obrar en tu esposo.

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