Esta semana estamos calibrando este poder de Ser humildes, Agradecidos y producir ese esplendor o “regocijo resplandeciente” que naturalmente emanamos cuando nos mostramos tal como somos, nos evidenciamos en transparencia, nos confesamos y agradecemos completamente. Recordemos que En nuestro Ser Primordial, Somos en esencia la Fuente de esta irradiación, nuestra habilidad para ser verdaderamente sensibles es infinita, tan eternamente abundante como nuestra capacidad de dar, de inspirarnos, de entregarnos, de sentir agradecimiento y Amor. A veces nos resistimos a permitirnos ser agradecidos por la fragilidad de nuestra autoestima, por que nos hemos insensibilizado hacia ciertas situaciones, quizás por alguna herida emocional, sin darnos cuenta que hasta las experiencias más incómodas o dolorosas, contienen en sí mismas aprendizajes y sabiduría que accesamos sólo cuando sentimos un total agradecimiento de lo que sucede. Cuando iniciamos nuestro día con Agradecimiento, desplegamos una energía que es fértil para seguir recibiendo abundancia de salud, amor, bendiciones y aprendizajes.  Al expresar esas “Gracias” al Todo, estamos irradiando hacia el campo que multiplica la energía y nos estamos dando también eso a nosotros mismos. Desde esta percepción recordamos que todo lo que hemos tenido o deseamos tener es para un propósito mayor, que somos responsables de encontrarlo y que en toda la naturaleza funciona así: un pequeño ser individual, haciendo todo lo posible para sobrevivir en función de, y con ayuda de su colectivo, grupo, manada. Estos días nos hacemos conscientes de la maravilla que es el estar Vivos y estar experimentando en este pequeño pedazo de universo, nos damos cuenta de que ese “esplendor” o irradiación fluye en cada uno de nuestros pensamientos, palabras, sentimientos y acciones.  Y que en la medida que desarrollemos este Poder, ampliamos nuestra capacidad de recibir, nutrir, ser prácticos, lógicos y confiables. Estaremos calibrando el hemisferio izquierdo del cerebro, que opera el lado derecho de nuestro cuerpo, ya que esta energía regula los procesos voluntarios, aquello que somos completamente conscientes de querer hacer o estarlo haciendo. Esta semana trabajaremos el lado derecho de nuestro cuerpo, principalmente la cadera, la pierna y pié derecho.  Las piernas nos llevan a avanzar en el camino que elegimos y nos permiten plantarnos firmes ante los desafíos, si una de ellas se afloja, perdemos el control y balance.  De la misma forma que la perseverancia, como extensión de la bondad del Dar; y la humildad, como manifestación de la disciplina o restricción del programa ego, funcionan como pilares o piernas para nuestro edificio del Ser, son atributos necesarios para lograr un equilibrio en cada paso hacia adelante en la experiencia de nuestra vida. Nuestros órganos sexuales e intestinos, las piernas y pies representan nuestra parte mas baja, de las que más contacto tienen con el mundo material.  Esta semana revisaremos nuestra capacidad de conectar la energía inmaterial de la mente, espíritu o misterio, con todo lo finito, mortal, tangible y sensible.  Cuando nos olvidamos de fusionar ambas, es cuando perdemos el balance a través de la división, o distorsionamos la humildad manifestándola como sumisión, alimentando energías destructivas o tóxicas. Hemos de ser conscientes de dónde y cuándo estamos ejerciendo la humildad, si lo estamos haciendo para un propósito elevado que aporta alta vibración y ayuda a ascender al colectivo, o sólo estamos tomando energía para nutrir al lado oscuro, al programa ego, para entretenernos, distraernos o manifestar cosas materiales. La clave del verdadero Esplendor espiritual, es la humildad con la que vamos a mantener al programa Ego en su lugar, sin alimentar el atributo negativo del mismo, sin ponernos en contra de nosotros mismos, asegurándonos de estar actuando desde el Ser, que es nuestra verdadera esencia del Alma... continúa en el audio....

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