El don de la piedad es el don espiritual que nos mueve a estar abiertos a Dios, dispuestos a su palabra, y atentos a sus mociones, a sus llamadas, a amor. El don de la piedad es aquel que nos mueve a declarar y confirmar nuestra Fe en Jesús, más que un don que tiene que ver con prácticas de religiosidad popular, es el don que nos pone en una actitud de confianza total en el proyecto De Dios con cada uno... la piedad como don espiritual, nos centra en una fe verdadera, alejada del error y la equivocación. También es el donde del E. S que nos conduce por el camino de la sana doctrina y nos advierte cuando existe la herejía y los falsos profetas, es el don que en los últimos tiempos se evidenciará en los corazones del pueblo De Dios. laEn la Primera Carta de San Pablo a los Corintios escribió: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo” (1Co 12, 1-3).

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