El principal argumento del gobierno para impulsar lo que ellos llaman "la reforma de la seguridad social" era fortalecer la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones y jubilaciones, un objetivo deseable en el que existe gran consenso. Sin embargo, en su propuesta, fiel a su visión ideológica, cargaron sobre los trabajadores y sectores menos favorecidos todo el peso del aumento de recaudación, afectando negativamente las condiciones para acceder al retiro. A pesar del primer acercamiento, resultado de la debilidad del gobierno y el forcejeo entre los socios de la coalición, terminaron olvidando ese argumento inicial, y cada uno puso a sus grupos de privilegio e intereses para favorecer. Lo que queda en la propuesta que van a aprobar hoy es el fiel reflejo de lo que son: una comunidad que vela por sus propios intereses y que le pasa la cuenta a los trabajadores, personas con discapacidad, mujeres y a todos aquellos que no son ellos mismos. Eso si, hablando siempre de lo preocupados que están por los demás. De esto y otros temas se habló en el Contrapunto del pasado lunes, en el programa de Cris Richeri, "Hoy No es Un Día Cualquiera".

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