El gobierno cumple sus primeros mil días de gestión y al menos cumple algo. Por que si hacemos un balance de este tiempo nada podemos identificar que signifique un avance para la población y sobre todo para los sectores populares. Alguien podría pensar que estaban muy ocupados coordinando la organización criminal que funcionaba en el entorno del presidente y que se servía del Estado para beneficio de sus intereses. Pero hasta donde sabemos nadie del gobierno sabía nada. El funcionario de confianza directa del mandatario, que usaba sus oficinas, facilitaba trámites, reuniones, usaba autos oficiales y otros recursos públicos, lo hacía tan bien, que ninguno sospechó. Es una pena que esa eficacia no la tengan también otros funcionarios. De ser así por ejemplo podrían haber evitado la suba de combustibles que el presidente prometió no tocar en campaña y luego no cumplió. Podrían también ser más expeditivos para construir las cincuenta mil viviendas que prometieron y que ahora resulta que eran solo una aspiración. Solo un par de ejemplos de donde no cumplieron. Donde si han sido expeditivos es en desmantelar los mecanismos de protección social, limitar el acceso a derechos, erosionar la discusión democrática y desmantelar el Estado. Sobre estos mil días y otros temas es que hablamos en el Contrapunto del lunes pasado en el programa de Cris Richeri, Hoy No es Un Día Cualquiera.

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